4/5/12

Primavera en tu ventana

Llueve. Al fin.

Las tierras de Castilla necesitaban lluvia y mis macetas también.
Llevo semanas escuchando a paisanas y paisanos decir que no hay nada como el agua que cae del cielo. Que ya puedes regar, pero nada como las gotas de lluvia para sacar adelante los cultivos. Y no les falta razón, mis margaritas han brotado para recordarme que aunque no haga buen tiempo, es primavera.

Llueve. Con fuerza.

Golpeando los cristales. Un gorrión se refugia bajo las macetas que cuelgan de la barandilla de la terraza. Y entre las gotas se cuela granizo. El viento sacude
plantas y toldos y cambia la dirección de la lluvia, haciendo saltar de un lado a otro al gorrión. Graniza. Mis margaritas se han cerrado, no quieren perder sus pétalos. Desaparecen las piedritas blancas que caen del cielo.

Llueve. Aún.

Las nubes han cubierto mi horizonte, las nubes oscuras. Cargadas con agua que cae del cielo
para besar hojas, tallos, pétalos. El viento sigue silbando y la lluvia golpea el balde que he puesto para recoger la verdadera agua bendita. Esa que resucita el verde que el campo había perdido y a destiempo comenzó a encontrar.

Deja de llover. Se cuela un rayo de luz. El sol parece un candil, que al viento titila y que tan pronto te da luz como te deja a oscuras.

Llueve. De nuevo.
Primavera en tu ventana.

caracolcolcol by @albitaklein

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