Comenzamos nuestros primeros pasos, estamos aprendiendo a caminar y para ello nos aferramos a muchas manos. Creemos que aprendimos a caminar de pequeños o pequeñas, pero para mi, aprendemos a caminar todos los días y a diario podemos encontrar o perder manos a las que agarrarnos para caminar.
Caminar es encontrar obstáculos, que pueden hacerte creer que el camino llega hasta ahí, pero hay que saltarlos y continuar. Para mi la vida son caminos, y los caminos te llevan a personas, lugares, momentos que por suerte o por desgracia, nunca se repetirán de la misma manera.
Y digo que aprendemos a caminar, porque aunque sepamos mantenernos sobre los pies y dar pasos, estos nunca son iguales, aunque hagas el mismo camino hasta tu casa cien veces. Hay días que caminas y pisas con fuerza, otros parece que el suelo te atrapa y lo haces cabizbaja. Hay mil maneras de caminar, pero siempre hay algo nuevo con lo que aprender a caminar.
Yo estoy aprendiendo a caminar sabiendo que cuando las cosas no dependen sólo de ti, pueden no salir cómo esperabas, por mucho que luches y puedes encontrarte cómo si le gritas al mar que no traiga más olas, inútil.
Las decepciones de hoy, serán las luchas del ayer y lo aprendido del mañana. Pero mientras siga encontrando manos a las que agarrarme, nunca dejaré de caminar.
Y por si aún no lo sabíais, aquí tenéis dos manos..
Caminar es encontrar obstáculos, que pueden hacerte creer que el camino llega hasta ahí, pero hay que saltarlos y continuar. Para mi la vida son caminos, y los caminos te llevan a personas, lugares, momentos que por suerte o por desgracia, nunca se repetirán de la misma manera.
Y digo que aprendemos a caminar, porque aunque sepamos mantenernos sobre los pies y dar pasos, estos nunca son iguales, aunque hagas el mismo camino hasta tu casa cien veces. Hay días que caminas y pisas con fuerza, otros parece que el suelo te atrapa y lo haces cabizbaja. Hay mil maneras de caminar, pero siempre hay algo nuevo con lo que aprender a caminar.
Yo estoy aprendiendo a caminar sabiendo que cuando las cosas no dependen sólo de ti, pueden no salir cómo esperabas, por mucho que luches y puedes encontrarte cómo si le gritas al mar que no traiga más olas, inútil.
Las decepciones de hoy, serán las luchas del ayer y lo aprendido del mañana. Pero mientras siga encontrando manos a las que agarrarme, nunca dejaré de caminar.
Y por si aún no lo sabíais, aquí tenéis dos manos..
Muy buena reflexión. Se puede y se debe caminar solo pero llegan puntos del camino en los que necesitas manos para aferrarte y no caer. Y si caes, nuevas manos se te tenderán o reunirás el valor para levantarte y seguir. Lo importante es tener claro que no hay que detenerse.
ResponderEliminarGracias, Alba
Gracias, Pilar, por tu comentario. Es cierto que hay que caminar, sola o acompañada. Encontrarse con uno mismo. Pero juntando manos el camino es más fácil! :) un beso fuerte!
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